Más allá del maltrato y la violencia que implica un episodio de
discriminación, las secuelas psicológicas para quienes la sufren llegan hasta
el punto de afectar el desarrollo de la propia personalidad. va a
tener una baja autoestima, y una persona con baja autoestima no despliega
todas sus potencialidades: probablemente rinda menos en la escuela, tenga menos
amigos, inclusive puede que coma menos y sufra de pesadillas o descompostura;
todo lo cual lo lleva al fracaso escolar.
Por ello, educar en el ejemplo -tanto
para padres como maestros- supone también adoptar un comportamiento íntegro,
tomar conciencia de que sin aplicar la moral es imposible pretender promoverla.
Educar para los valores, en definitiva, significa comprender el verdadero
motivo y significado de una formación integral: hacer de los niños, más que
buenos alumnos, buenas personas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario